Yo creo que si. Lo veo todos los días. No importa cuanto nos creamos que sabemos, porque andamos patológicamente infectados por el efecto Dunning-Kruger. Y para esto si que no hay vacuna porque tiene que inventársela uno mismo.
Abro el prólogo de Tolerance - Tolerancia - y encuentro una radiografía diagnóstica de nuestros tiempos. Estos tiempos que dicen ser "modernos" como mismo fueron "modernas" las épocas de nuestros parientes de antaño. La "modernidad" siempre es asunto del presente, menos cuando se usa como etiqueta - arte moderno, literatura moderna, modernismo... ya sabes.
Este es el prólogo del libro. A continuación se los traduzco. |
Felices vivieron los humanos en el pacífico Valle de Ignorancia.
Al norte, al sur, al oeste y al este se extendían las crestas de las Colinas Eternas.
El pequeño arroyo de Conocimiento goteaba lentamente sobre la profunda y gastada quebrada.
Este venía de las Montañas del Pasado. Y se perdió por si mismo en los Pantanos del Futuro.
Tolerancia se publicó en la década del 1920 y nos habla de la historia del mundo vista a través de la lupa de la tolerancia. Qué enseguida se nota que no hemos aprendido mucho de los ciclos de luz y oscuridad que hemos pasado. Seguimos en las mismas. Mi tolerancia se acaba cuando dejas de pensar como yo.
Van-Loon - si, nació en Holanda -, envenena el texto con humor irreverente mientras rescata a humanistas añejos de esos que nadie reconocería hoy si se sientan a su lado en un bar. Por la pasarela desfilan Erasmus, Rabelais, Spinoza y Voltaire - hay mucho otros, pero la lista sería larga y ya tenemos bastante listas en la web. Deberíamos inventar la lista de la simplicidad.
Una de las conclusiones de Van-Loon es que el hombre moderno no es superior al de antes. Ni tampoco es más progresivo o ilustrado. La mentalidad sigue siendo la misma.
De generación en generación cambiamos la caja del ordenador pero dejamos el mismo procesador. Y esto no hay que leerlo ni esperar que nos lo cuenten en un libro de hace cien años. Solo hay que observar - recuerden siempre lo que yo digo de mirar y observar, la diferencia es del día a la noche -, lo podemos ver a diario en las calles, en los trabajos, y por supuesto que en el internet.
El mundo moderno debería reflexionar y tomarse un cocimiento de humanismo y tolerancia que relaje y nos dé un poco de paciencia. Pero eso no va a pasar.
¿Qué cómo lo sé? Porque soy un gringo viejo. Y como dice el manido refrán, "más sabe el diablo por viejo."
Basta por hoy. Ya me aburrí. Si quieren léanse el libro. Los dejo con otra cita - esta vez salté para el último capítulo.
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