Hoy se ve muy apacible el volcán Sunset Crater - cráter del atardecer - de Arizona, pero hace un milenio andaba vomitando piedras calientes como mi máquina de hacer palomitas dispara el maíz antes de ver una película en casa.
Las explosiones de la erupción fueron acompañadas por gigantescos ríos de lava. |
Pese a estar acampado a unas cinco millas - ocho kilómetros - del volcán, me tomó dos días llegar a él. Y no, por supuesto que nada volcánico tuvo que ver con esto. Todo fue culpa de su contrincante: la nieve.
Así amanecí en la foresta dos días antes de la visita. |
Estaba acampando disperso por uno de los caminos de la foresta nacional Coconino - lo de disperso se traduce como acampada gratis - y vino de la nada una tormenta que arrojó un montón de nieve.
Así andaba el techo. |
De regreso a temas volcánicos. La erupción de Sunset Crater comenzó con una cortina de fuego creada por una fisura de lava de unos once kilómetros de largo.
Las montañas de lava son impresionantes. Un sendero permite caminar a través de ellas, pero allí hay que tener cuidado para no cortarse con las afiladas rocas. |
La súbita erupción afectó varias comunidades nativo americanas del área porque la lava fluyó por unos diez kilómetros en algunas direcciones.
Ha pasado casi un milenio y la parte cubierta de lava se mantiene igualita. |
Sunset Crater es uno de los conos volcánicos más jóvenes de Estados Unidos y aun hoy lo están vigilando por si acaso. Se encuentra a los pies de los Picos de San Francisco, la cordillera donde están las montañas más altas de Arizona - que también son restos de antiguos volcanes.
El Monumento Nacional Sunset Crater es un lugar interesante de visitar para apreciar el poder brutal de la naturaleza.
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