Cuando hablamos de dinosaurios el tema interesa al 80% de los humanos. Esto se lo debemos a Spielberg y su Parque Jurásico - quizás el 20% restante no vio la película. Mi encuesta con amigos y familia arrojó similares porcentajes en la aceptación de estos animalitos que nadie querría tener cerca.
Acampado a unas 60 millas de Dinosaur National Monument - andaba vagando por Flaming Gorge entre Utah y Wyoming -, no me pude escapar de la estadística y me di un viajecito hasta el parque.
A la pared no le cabe un hueso más. Esta foto la tomé desde el segundo piso. |
¿Qué te puedo contar? Cuando te enfrentas a tamaña pared quedas boquiabierto. Huesos, huesos, y más huesos. Grandes y chicos. De herbívoros y carnívoros.
The Wall of Bones - la pared de los huesos - no es una "pared" tradicional. Es un corte en la montaña en el sitio de una antigua excavación que hoy se preserva bajo un moderno edificio.
Aquí ven la masiva construcción desde el área de parking. Se encuentra sobre una colina a corta distancia del centro de visitantes del monumento nacional. |
En este lugar un movimiento tectónico torció una capa del planeta y trajo a la superficie esta mezcla de especies de dinosaurios de diferentes épocas. Cazadores y cazados - terópodos y saurópodos - se abrazan fraternalmente aquí para la eternidad. Interesante que, a diferencia de otros museos, te dejan tocar los huesos fósiles de la pared.
Allosaurus significa "lagarto extraño" o "diferente". Le pusieron este nombre en el 1877. Un animalito que no luce muy amigable. |
Cerca de esta pared-museo hay senderos que atraviesan el árido paraje de los alrededores. Pura piedra y pocas plantas. Nada de sombra.
Allí hay más fósiles empotrados en las paredes de roca. Algunos son de cuando esta región estaba bajo el agua. Difícil de creer con el panorama actual donde el único líquido que vi fue el sudor de mi frente.
El sendero es un paseo por una mezcla de tiempos geológicos. |
Saturado del tema de los dinosaurios - todo tiene límites -, rodé la camioneta hasta el final del terraplén para ver la cabina de Josie Basset Morris. El camino es estrecho y malo, aunque no tan malo como para tener que bajar la presión de aire a los neumáticos todoterreno.
La señora Morris vivió 90 años en el Oeste salvaje y fue amiga de la famosa banda de Butch Cassidy - ¿le habrán regalado algún dinero de los atracos?
La cabina de troncos es primitiva pero luce bien. Lo malo es que la dueña tenía que cabalgar un montón de millas para llegar al mercado más cercano. |
La angosta entrada a Box Canyon. |
Una vez dentro, por par de minutos estuve haciendo retumbar ecos por sus paredes. Buena acústica para un concierto.
Antiguos petroglifos en el monumento nacional. El Instagram de los viejos tiempos. |
Los pobladores más antiguos de la región también dejaron su arte por acá. Estos petroglifos son de la cultura Fremont de hace casi dos milenios. Estos nativos eran una rama derivada de los Anasazi.
Este monumento nacional está un poco alejado de las grandes ciudades en un rincón de Utah y muy cerca de Colorado, pero si te cuentas entre el 80% de los que sienten pasión por el tema de los dinosaurios, no te pesará el viajecito - incluso puedes acampar en el campamento que tienen en el parque.
Comentarios
Publicar un comentario